El Grupo Municipal Socialista pide que el alcalde del PP en Valladolid, Jesús Julio Carnero, delegue la presidencia de los plenos tras lo sucedido en el celebrado ayer, que evidencia aún más su incapacidad para presidirlos. Carnero, con su inédita forma de proceder, ha demostrado su   desconocimiento del Reglamento Orgánico, su partidismo al tolerar intervenciones extemporáneas y anacrónicas y su arbitrariedad en la toma de decisiones con perjuicio claro para los grupos municipales de la oposición.

Ante estos y otros hechos que revelan el carácter autoritario del alcalde, el Grupo Municipal Socialista propone a Carnero que delegue la Presidencia de los Plenos en otro concejal, según contempla el artículo 39.2 del Reglamento Orgánico: “El Alcalde convocará las sesiones del Ayuntamiento Pleno, pudiendo delegar la convocatoria y presidencia del mismo, cuando lo estime oportuno, en un concejal”.

El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Herrero, asegura que “este cúmulo de hechos han colmado el vaso de lo admisible en un ayuntamiento”. Pedro Herrero recuerda que esta solución está funcionando en otros ayuntamientos españoles.

Respecto al Reglamento Orgánico, aprobado en 2019, el Grupo Municipal Socialista considera especialmente grave no sólo su desconocimiento, sino el hecho de que intente justificar su incumplimiento responsabilizando de ello a la oposición.

El GMS se limitó a señalar que, según el Reglamento, una concejala con delegación especial no podía responder a una pregunta. Ante esta advertencia y previa consulta al Secretario General, fue el propio alcalde el que tuvo que impedir la intervención de la concejala que pretendía responder sin el amparo del Reglamento.

Meses atrás, en el informe jurídico solicitado al Secretario General cuando Carnero se negó a dar amparo a los concejales socialistas porque no se les dejaba hablar («Yo a usted no le garantizo nada«, respondió el alcalde) se señaló lo siguiente: «El Pleno del Ayuntamiento, como órgano necesario de carácter colegiado, está integrado por todos los concejales/as y presidido, dejando a salvo la posibilidad de delegar la presidencia del mismo, por el alcalde». En ese informe, el Secretario argumenta que se vulneró un derecho fundamental (art. 23.2 de la CE).

Los ejemplos que ha enumerado el portavoz del Grupo Municipal Socialista describen una situación insólita en este Ayuntamiento y son elocuentes:

  1. Ha habido que cambiar los Plenos a los lunes para que su señoría pueda irse a Madrid al Senado (martes, miércoles y jueves).
  2. Se comprometió con los Grupos Políticos a que no hubiera mociones nacionales. Todos los grupos lo cumplen menos él.
  3. Vetó al GMS una interpelación sin ningún motivo, sobre “las tractoradas”.
  4. Ha intentado limitar a los grupos el número de preguntas y de mociones que puedan presentar en los plenos.
  5. No cumple el plazo establecido para dar la información y los expedientes (Art. 13) que solicitan los grupos.
  6. En el Pleno no hace llamadas al orden (art. 48)
  7. Quita el turno de palabra cuando le da la gana: (art. 60) “Yo sí puedo intervenir”, ha llegado a asegurar.
  8. Niega el derecho a votar por separado los puntos, que pueden facilitar acuerdos parciales (art. 67) pese a solicitarlo los grupos.
  9. Se niega a garantizar el uso de la palabra, que es un derecho fundamental art. 23 de la CE: “Yo a usted no le garantizo nada” ha dicho literalmente.
  10. Además, actúa con desprecio al jefe de la oposición, calificándolo de “inexistente”, lo que constituye una falta de educación y respeto hacia él y hacia los vecinos de Valladolid a los que representan los concejales.

En conclusión, el actual alcalde vulnera el art. 23 de la Constitución y, se salta sistemáticamente los artículos 13, 48, 60 y 67 del Reglamento Orgánico.