Pedro Herrero: “Pedimos al alcalde sensatez porque Valladolid puede quedarse sin una infraestructura esencial para la ciudad”
Los vallisoletanos nos quedaremos sin la nueva estación de autobuses. Esta será una de las consecuencias de la ruptura del convenio de Integración Ferroviaria firmado en 2017 por el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Ministerio. Y es que la nueva terminal es uno de los compromisos de las tres administraciones.
Faltan tan solo tres días (el 10 de noviembre) para que se cumpla el plazo para que el Ayuntamiento conteste al requerimiento del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Si el Ayuntamiento de Valladolid incumple el convenio, la Sociedad pública integrada por las tres administraciones estaría abocada a la disolución.
Por eso, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Herrero, insta al alcalde a actuar con sensatez y guiado por el interés general porque en caso contrario “Carnero va a condenar a la ciudad a quedarse sin la nueva estación de autobuses. Esto sería imperdonable”.
Según el convenio, la Junta de Castilla y León se compromete a entregar a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad el dinero del solar que hoy ocupa en la calle Puente Colgante la vieja estación. Y la Administración Autonómica es también la responsable del proyecto. De hecho, la Consejería de Fomento presentó en febrero de 2022 al comité técnico del plan de Integración Ferroviaria el anteproyecto de la futura estación de autobuses.
La terminal, que se ubicará en una parcela del barrio que surgirá tras el derribo de las instalaciones de los antiguos talleres de Renfe en Farnesio, ocupará una superficie aproximada de 15.000 metros cuadrados en la que se contemplan dos zonas diferenciadas y conectadas: un edificio funcional de 4.500 metros cuadrados que concentrará toda la actividad de recepción de viajeros y la zona de las dársenas con capacidad para 35 autocares y estancia de pasajeros.
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