El Grupo Municipal Socialista constata el abandono de las instalaciones y critica el despilfarro de dinero público en un edificio que deberá ser demolido cuando se ejecute la nueva estación en Delicias

“Hoy debía ser el día en el que la Junta de Castilla y León y el alcalde anunciaran la construcción de la nueva estación de autobuses en Delicias, en los terrenos liberados por Renfe. Es lo firmado en el Convenio de Integración Ferroviaria, pero la actitud obstruccionista de Carnero impide el avance de la ciudad y lo que nos encontramos es un despilfarro de dinero público en un viejo edificio que deberá ser demolido. Es una pérdida de tiempo y un derroche del dinero de todos los ciudadanos” Así ha analizado el portavoz del Grupo Municipal Socialista el anuncio del inicio de las obras de remodelación por parte del alcalde y el consejero de Movilidad. El GMS ha revindicado una actuación integral para adecentar la estación de autobuses hasta que se construya la nueva infraestructura.

Pedro Herrero ha reprochado a Carnero y al consejero que no hayan tenido la valentía de presentar el proyecto de remodelación en la propia estación, para que comprueben la degradación de este edificio y sean conscientes del trato que han dado a los vallisoletanos durante décadas.

Si Carnero ha admitido hoy que desea una estación “digna” es que está reconociendo de hecho las condiciones indignas que tiene en la actualidad la terminal de Valladolid. Indignidad que se puede comprobar en el deterioro de los aseos, las dársenas y en todos los espacios. Este abandono ha provocado el cierre de numerosos negocios que estaban funcionando. Miles de viajeros, conductores y trabajadores de la estación de autobuses padecen a diario la degradación de las instalaciones, que siguen igual que cuando se inauguraron, aquel 1 de septiembre de 1972.

El 15 de abril el alcalde y el presidente de la Junta de Castilla y León firmaron un protocolo para ejecutar el proyecto de remodelación de la estación de autobuses por 4,5 millones de euros. Ocho meses después del anuncio propagandístico la única novedad es que Carnero y el consejero de Movilidad anuncian en la Casa Consistorial el inicio de las obras.  

La desidia tiene más pruebas:  la Junta de Castilla y León no ha inspeccionado la estación de autobuses de Valladolid durante los últimos 13 años ni ha impuesto sanciones desde hace 35 años. La Administración Autonómica tampoco cobraba el canon a la empresa, según la información desvelada el pasado mes de enero por el Grupo Municipal Socialista   (https://www.psoeava.es/2024/01/17/la-junta-de-castilla-y-leon-no-ha-inspeccionado-las-instalaciones-de-la-estacion-de-autobuses-de-valladolid-durante-los-ultimos-13-anos-ni-ha-impuesto-sanciones-desde-hace-35-anos/)